Más y más investigaciones se están llevando a cabo todos los días para entender el impacto biológico y emocional del trauma.

También hay una amplia gama de opciones de tratamiento que han demostrado ayudar a los niños y adolescentes a curarse del trauma. (Para obtener más información sobre dónde acudir en busca de ayuda, haga clic aquí para ir a la sección Donde Pedir Ayuda de este sitio).  
   
Hoy en día hay algunas pautas claras acerca de cómo ayudar a los niños a curarse del trauma en todas las edades del desarrollo. Esencialmente, hay cuatro cosas que usted puede hacer para ayudarle a un niño a lidiar con el trauma:
   
1. Crear un ambiente de seguridad. En primer lugar, los niños traumatizados necesitan sentir que están física y emocionalmente seguros. Haga que en su casa se sientan lo mas seguros posible y asegúrese de crear un espacio seguro sólo para su hijo en el hogar. Asegúrese de que su hijo se sienta también seguro en su guardería o escuela. Para obtener más información sobre la creación de un ambiente seguro, haga clic aquí.
   
2. Proporcionar apoyo de los adultos. En el mejor de los casos, los niños necesitan tres adultos de confianza, además de sus padres, a los que ellos puedan acudir en busca de confort, atención y apoyo. Estos adultos deben ser entusiastas que demuestren, a través de su participación, que piensan que el niño es fenomenal. Involucre a los miembros de su familia, un vecino, clérigo o profesionales de la escuela para darle a su hijo el acceso a los adultos de su confianza ... los adultos que ve con frecuencia ... adultos con los que puede hablar y que lo consuelen. Para obtener más información sobre la prestación de apoyo de los adultos, haga clic aquí.
   
  3. Enséñeles técnicas para auto-calmarse. Los niños traumatizados están constantemente experimentando una reacción a la vida de "lucha, huida o congelación", como si cada momento fuera peligroso. Por lo tanto, enseñarles maneras de calmarse es de gran ayuda. En primer lugar, ayúdele a su hijo a reconocer y describir sus sentimientos. A continuación, dele al niño formas alternativas para hacer frente a estos sentimientos cuando se producen. Técnicas tan simples como contar hasta diez, respirar profundamente o hablar consigo mismo pueden darles alivio. Para aprender más acerca de las técnicas de auto-regulación, haga clic aquí.
   
4. Construir sobre sus fortalezas. Los niños traumatizados necesitan sentir que están de nuevo en control de sus vidas y que pueden hacer frente y superar los malos acontecimientos. Usted puede ayudarles a alcanzar este objetivo reforzando y elogiándolos por sus virtudes y comportamientos positivos.
   
   

AQUÍ HAY OTRAS MANERAS CONCRETAS EN QUE PUEDE AYUDARLE A UN NIÑO QUE HAYA EXPERIMENTADO TRAUMA:

   
Mantenga sus rutinas habituales y cotidianas. Los niños traumatizados necesitan actividades diarias previsibles. También asegúrese de alertar a los niños de los cambios en sus rutinas antes de que sucedan, sobre todo si un evento potencialmente inquietante está a punto de ocurrir, como un invitado que vaya a pasar noche en la casa o la mudanza a una nueva casa.
  • Asegúrese de que su hijo continúe socializando y participando en las actividades familiares y la interacción con otros niños.
  • Supervise la información que el niño comparte con otros niños, así como lo que otros están diciéndole a su hijo. Esto ayuda a mantener control sobre la forma en que su hijo está procesando el evento y también ayuda a prevenir la curiosidad excesiva de los otros niños que puede llegar a ser contraproducente.
  • Proporcione un lugar seguro y privado para que el niño hable sobre lo que pasó. Para un niño pequeño, eso puede significar que se siente en sus piernas con su muñeco de peluche favorito. Para un adolescente, eso puede significar que se sienten juntos en su dormitorio o en el auto en el camino a casa desde la escuela.
  • Involucre a los proveedores de cuidado de niños, maestros o cualquier otro de los cuidadores habituales de su hijo. No trate de ocultar la situación - informe a los otros adultos que lo cuidan lo que pasó para que puedan ayudarle a controlar el comportamiento de su hijo y le brinden atención adicional y apoyo. Ellos pueden ser sus ojos, oídos y corazón cuando no está usted allí.
  • Ayude al niño a verse a sí mismo bajo una luz positiva y refuerce el sentido de estabilidad y optimismo en el mundo que le rodea.
  • Sea sensible a las señales que puedan causar una reacción. Por ejemplo, si un niño pequeño se traumatizó por el clima extremo, puede que tenga que avisarle cuando se aproxime una tormenta. Un niño mayor puede necesitar ayuda para prepararse antes del aniversario del incidente original.